Una demanda ha sido impuesta a un gobernador en Estados Unidos tras la firma de un proyecto relacionado con la prohibición de venta y fabricación de armas.
Jay Inslee, gobernador de Washington, ha sido demandado el martes por la Asociación Nacional del Rifle (NRA) tras hacerse oficial la firma de tres proyectos de ley relacionados con las armas.
Uno de estos documentos en particular incluye el veto de venta y fabricación de 50 tipos de rifles semiautomáticos, entre ellos el AR-15 y el AK-47, que entró en vigor de inmediato.
La demanda también alcanza como acusados a Bob Ferguson y a John R. Batiste, Fiscal general de Washington y jefe de la Patrulla del Estado de Washington, respectivamente.
NRA-ILA en representación de los demandantes individuales y de la Fundación Nacional de Deportes de Tiro, presentó la demanda que de manera directa se enfoca hacia el veto a las armas de fuego semiautomáticas en el Distrito Este de Washington.
Aoibheann Cline, director de NRA-ILA en el estado de Washington, dijo que ya la Corte Suprema había dictaminado tiempo atrás que los estados no tienen jurisdicción para prohibir “las armas de fuego de uso común”.
Cline catalogó de inconstitucional el Proyecto de Ley 1240 de la Cámara de Representantes, mientras Inslee insistió en el hecho de que no se necesita un AR-15 como protección, sino para matar a otros.
La NRA catalogó el proyecto como el peor del país y que supera a las restricciones en otros estados. Señaló además que este tipo de armas se utilizan con fines de caza, recreativos y de defensa personal por millones de norteamericanos.
Recalcó que es además el modelo de arma más popular en el país y que se vende más que el FORD-150, la camioneta más popular en los Estados Unidos.
Por otra parte, la segunda propuesta, el Proyecto de Ley del Senado 5078, que también se firmó el martes, permitiría que el fiscal general del estado y las partes privadas demandaran a los fabricantes de armas por daños en el uso ilícito de armas de fuego.
La tercera de las proposiciones, el House Bill 1143, exige 10 días de espera y capacitación de seguridad para poder adquirir armamento.
Mientras los legisladores pujan por la aprobación de los proyectos, la NRA insiste en que constituye una restricción de los derechos de los norteamericanos.
Hasta el momento, ni la oficina del Fiscal General ni la del gobernador han emitido comentarios sobre la demanda ni sobre los criterios de Cline.Washington se convirtió en el décimo estado del país donde se prohíbe la venta de armas de asalto.
Graduada en Periodismo, especializada en temas de actualidad de Estados Unidos