Un notable incremento de hospitalizaciones pediátricas por conducta suicida ha experimentado en la última década Estados Unidos.
Lo anterior trascendió luego de un análisis realizado por investigadores de Dartmouth, publicado el último martes en la revista médica JAMA en que el que se evaluó un total 4.767840 hospitalizaciones en la nación norteña.
El estudio, que comprendió el período de 2009 a 2019, determinó que durante los últimos 11 años el comportamiento suicida en edades infantiles aumentó en un 163 % y el costo de las mismas se contempla en 137.000 millones de dólares.
Otro aspecto de relevancia resultó que las hospitalizaciones de salud mental aumentaron en 25.8% a pesar de que el estudio no incluyó hospitales psiquiátricos, ni refleja los años de la pandemia del COVID-19.
Así mismo, también se comprobó que la parte de las hospitalizaciones de salud mental pediátrica que involucran comportamiento suicida o autolesiones aumentó de un 30,7 % en 2009 al 64,2 % en 2019.
Analizando el problema por grupos de edades se concluyó que las hospitalizaciones de salud mental aumentaron de manera significativa en niños de entre 11 y 14 en tanto disminuyeron en los grupos de edad más jóvenes y mayores durante el período analizado.
En ese sentido, sobresale que las niñas se convirtieron en una mayor parte de las hospitalizaciones por problemas de salud mental diagnosticandose un incremento del 51,8 % en 2009 hasta el 61,1 % en 2019.
De igual modo se produjo un incremento en las hospitalizaciones por comportamiento suicida, En ese caso se detectó que aumentaron desde 49 mil 285 casos en 2009 a 129 mil 699 en 2019.
El estudio también registró un cambio importante en los tipos de problemas de salud mental que reciben tratamiento hospitalario.
En ese sentido, la investigación constató que los trastornos depresivos aumentaron de un 29,7 % en 2009 hasta un 56,8 % en 2019, cifra que denota que el problema casi se duplicó en tan solo una década.
Aunque el estudio no diagnosticó las causas de ese incremento, la Dra JoAnna Leyenaar, coautora del análisis señaló como posible causa el creciente uso de las redes sociales en edades infantiles y adolescentes y particularmente entre los adolescentes de menor edad.
Para JoAnna Leyenaar, el uso de las redes sociales puede incrementar los síntomas de depresión y agregó que, aunque no sea esa la razón de tales afectaciones, de lo que sí hay certeza es que se desconoce la fórmula para marcar un retroceso en función de mejorar esos indicadores.
También el profesor asistente en la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston, el Dr. Crawford sostiene que las tasas del comportamiento suicida constituyen un marcador de angustia entre los niños que carecen de habilidades para afrontar y manejar situaciones relacionadas con el estrés y las grandes emociones.
Graduada en Periodismo, especializada en temas de actualidad de Estados Unidos