Madres se Enfrentan a la Prohibición de Textos en Escuelas de Florida

Recientemente madres de Florida pertenecientes al grupo Moms for Libros expresaron su desacuerdo con ciertas prohibiciones de textos en los planes escolares que propone el estado.

Entre las principales razones de su inconformidad, varias madres alegan que no ven correcto el privar a los niños de una educación completa.

Tampoco concuerdan con la manera que trata de imponerse sobre la enseñanza de la historia, donde solo se enseñarían partes y no la totalidad de los hechos que han acontecido.

Las madres de este grupo opinan que las leyes promulgadas en la Florida, que permiten a los padres cuestionar los textos supuestamente inapropiados, son solo una excusa para la censura.

En medio de ese campo de batalla se encuentran los educadores, encargados de determinar cuáles serán los libros que se consideren seguros y los niños, quiénes sentirán los efectos a corto y largo plazo, según expresaron.

Alegaron que la falta de comunicación entre padres y maestros para establecer las reglas no es más que un pretexto para la imposición actual.

En este sentido alegan que siempre debe existir esa vía de comunicación hogar-escuela donde se trate cualquier inquietud sobre materiales educativos no deseados para los hijos.

A pesar de este criterio, ya varios libros fueron retirados de los estantes, sobre todo algunos que se acercan a temas relacionados con la sexualidad y tópicos raciales. 

Entre ellos están The Bluest Eye de Toni Morrison y el poema de Amanda Gorman The Hill We Climb, leído durante la toma de posesión a la presidencia del país de Joe Biden.

“Robarles a los niños la oportunidad de encontrar su voz en la literatura es una violación de su derecho a la libertad de pensamiento y de expresión”

dijo Gorman al saber que su texto fue vetado

Las nuevas regulaciones de la Junta de Educación en la Florida sobre la forma en que se enseñará la historia afroamericana en las escuelas es solo un ejemplo de la campaña contra una educación completa y abierta, alegaron las madres.

Los nuevos modelos incluyen enseñar que los negros se beneficiaron de la esclavitud porque aprendieron habilidades útiles durante la etapa y mostrarlos como criminales violentos durante las masacres raciales. 

Las madres de Moms for Libros aseguran no concordar con este método de enseñanza, que excluye el verdadero sentido de la esclavitud y sus consecuencias reales.

También opinan que el no poder acceder a toda la literatura les negaría una consulta valiosa para aprender mucho más sobre ellos mismos y el país.

En el caso de los temas sobre sexualidad, alegaron que casi nunca en casa los padres conversan con sus hijos sobre sus cuerpos y los cambios que se producen.

Eso los dejaría en momentos de crisis por no saber qué le pasa a cierta edad y buscarían ayuda para entender, quizás con las personas menos apropiadas.

Descartar textos de las estanterías, añadieron, implicaría no verse representados de alguna forma y perderían el interés por la lectura, básica para la formación integral.

Y aunque no concuerdan con las leyes por completo, alegan que si hay que elegir textos descartables, la decisión no debería recaer sobre políticos o maestros, sino en los bibliotecarios.

Los catalogan de expertos conocedores sobre intereses y necesidades de los pequeños y abogan por el otorgamiento de libertad para poder educar a los hijos.

Moms for Libros mantiene en pie su lucha contra la censura a los textos considerados no seguros para los niños a las puertas de un nuevo período lectivo.