Estudio Valida Efectividad de la IA en la Detección del Cáncer de Mama

Un estudio reciente reveló la efectividad del uso de la Inteligencia Artificial (IA) en la detección del cáncer de mama.

La investigación, publicada en la revista científica The Lancet Oncology, confirma que con el uso de esta herramienta los casos se detectaron en un 20 % más que utilizando los métodos convencionales de experimentados especialistas.

También encontró que aplicando la nueva tecnología la carga de trabajo de los doctores que se invertía en la lectura de las mamografías se redujo al 50 %.

Para ambos casos, la IA, según el estudio, resultaría una aliada importante pues, además de la seguridad demostrada, también garantizaría la detección de la enfermedad más rápidamente. 

En ningún caso los hallazgos del estudio, que aún se encuentra en fase inicial, significa que la IA sustituirá el papel que juegan los científicos, ni que las computadoras actuarán por sí solas. Es otro aporte tecnológico que el hombre podría usar en su beneficio.

Además, esta no resulta la única investigación en el campo para anticipar los riesgos del cáncer de mama.

Anteriormente, varias pesquisas habían constatado la efectividad de la IA para anticiparse a los riesgos, pero utilizaron modelos o se centraron en datos retrospectivos.

Este estudio, sin embargo, es el primer ensayo de control aleatorio solo por humanos con formación superior en el campo, que usó el método de comparación para detectar este tipo de cáncer asistidos por la IA.

Más de 80.000 féminas se realizaron mamografías entre los meses de abril de 2021 y julio de 2022 en Suecia para poder evaluar la efectividad de la tecnología aplicada a la medicina.

El 50 % recibió la detección a través de la IA previo al análisis del radiólogo y la otra mitad fueron asistidas solamente por experimentados radiólogos, sin utilizar la herramienta.

Los resultados indicaron que las mamografías analizadas primeramente por la IA y luego por los radiólogos detectaron un 20 % más de casos positivos que las que fueron analizadas por dos especialistas, sin la tecnología.

La tasa de detección de cáncer asistida por IA fue de 6 mujeres por cada 1.000 féminas reconocidas con la prueba, una cifra superior a la del enfoque estándar que establece una tasa de 5 por cada 1.000 mujeres.

Con esta técnica, tampoco aumentó el número de falsos positivos, una tendencia de resultados que ocurre cuando la prueba se diagnostica anormal, aunque no sea positiva a cáncer.

Los especialistas que utilizaron la IA redujeron su tiempo de trabajo en la lectura en un 44 %.

Y aunque no midieron tiempo ahorrado, se estima que, si un especialista tuviese la habilidad de leer 50 mamografías en una hora, le habría tomado hasta 6 meses leer cerca de 40.000 con la IA, cantidad que deberían hacer dos especialistas solos.

Ante las pruebas que deben recibir las mujeres desde los 40 años según las normas de la Guía del Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos en los Estados Unidos, añadir tecnología a los exámenes puede resultar muy provechoso para los especialistas.

En algunos sitios las pautas establecen que al menos dos radiólogos examinen las mamografías, lo que implica cansancio, tiempo y desgaste mental, aunque las disposiciones no son iguales en todos los lugares.

Otros aspectos inciden en la utilización de la tecnología: la escasez de radiólogos y el envejecimiento poblacional del planeta, ambas relacionadas entre sí.

A medida que envejece una persona, necesita más radiografías y el campo requiere de más personal y de ayuda extra y eficiente.

Una herramienta de este tipo, si se prueba efectiva, sería un alivio para los profesionales y una rápida respuesta a quienes soliciten los exámenes.

La IA es aún incipiente, pero se trabaja en varios programas aplicados a la medicina, ya sea en la industria farmacológica o en los exámenes de práctica de los especialistas, pero aún queda mucho camino por andar.

Con esta investigación, aún en su primera fase de desarrollo, se darán otros pasos hacia la prevención de una enfermedad que para este año vaticina cerca de 298.000 nuevos casos de cáncer de seno invasivo, según la Sociedad Americana Contra El Cáncer.

La sociedad también pronostica el diagnóstico de más de 55.000 nuevos casos de carcinoma ductal infiltrante en 2023.