La gran explosión que sacudió parte de Texas y fue reportada en varias ciudades por múltiples testigos ya fue aclarada por las autoridades de Estados Unidos.
En diversos reportes de prensa, los especialistas aclararon las dudas de los residentes e informaron que se trataba de la travesía de un meteorito por la atmósfera y su posterior impacto en el estado.
Te contamos más detalles sobre lo sucedido, sigue leyendo hasta el final.
¿Qué provocó la gran explosión en Texas?
El 16 de febrero los habitantes de varias ciudades de Texas ubicadas en la región del Lower Rio Grande Valley reportaron una gran explosión.
Tanto en Mission como en McAllen, los reportes del estruendo comenzaron a llegar a los servicios de emergencia y solamente en Mission se recibieron más de 100 llamadas.
Según Cesar Torres, jefe de policía de esa ciudad, las casas fueron sacudidas y los residentes que se encontraban en las calles reportaron haber visto una gran estrella fugaz.
En realidad, como más tarde se conoció, se trataba de un meteorito, observado por dos pilotos al momento de caer al oeste McAllen.
Al día siguiente, las autoridades ofrecieron conferencias de prensa tranquilizando a la población y solicitando a quienes encontraran rastros del meteorito que se pusieran en contacto con las fuerzas de seguridad.
Al momento de su detección, explicaron, el Control de Tráfico Aéreo de Houston y otras agencias no conocían el punto de caída y solo el 17 de febrero pudo localizarse el impacto.
¿Qué dicen los especialistas?
Los datos preliminares del meteorito comenzaron a llegar por reportes del Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos en Brownsville.
La entidad informó desde sus redes sociales que había “detectado al oeste de McAllen una señal a las 5:23 p.m. sin tormentas alrededor” utilizando herramientas satelitales.
Ya el 17 de febrero, la NASA ofreció los estimados del objeto que provocó las explosiones, indicando que se trataba de un meteroide de unos 60 cm de diámetro cuya trayectoria de vuelo y ángulo de entrada eran consistentes con las usuales en estos eventos.
La entidad añadió además que el meteorito, que habría tenido un peso aproximado de 1000 libras (aproximadamente 453,5 kilogramos), impactó en el suelo.
Según la NASA, este tipo de eventos, una vez que llegan a tierra, no suele ser peligroso para la población y que el meteorito suele desintegrarse en fragmentos más pequeños por la resistencia que ofrece la atmósfera a su entrada.
Por lo general, una vez recuperados, los meteoritos suelen ser recibidos por el Smithsonian y otras entidades académicas para su preservación y estudio.
Graduada en Periodismo, especializada en temas de actualidad de Estados Unidos