Proponen Cambios en la Guía del Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos en los Estados Unidos

Recientemente la Guía del Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos en los Estados Unidos anunció cambios, específicamente en lo referente al trabajo para la prevención del cáncer de mama.

Ahora, según publicaciones, las pruebas que se realizan a mujeres con riesgo promedio de padecer la enfermedad, debe comenzar a partir de los 40 años y repetirla cada dos años hasta cumplir los 74.

El grupo designado por el gobierno federal y cuyas decisiones guían las pólizas de seguro, estableció anteriormente que la edad para los estudios era los 50 años y que las mujeres de 40 con condicionantes deberían considerar el test a edades más tempranas.

Sin embargo, las tasas elevadas de cáncer de mama en el país en un 2% entre 2015 a 2019, demandaron esa disminución en el rango de edad. Con esta anticipación podría detectarse el cáncer cuando sea tratable o curable.

Estudios recientes han dejado saber que la enfermedad no alcanza por igual a todas las mujeres. Factores raciales influyen en la agresividad del cáncer y en la muerte de muchas mujeres.

Según la investigación, las mujeres negras podrían desarrollar más cáncer de mama agresivo a edades tempranas que las blancas; y además tendrían un 40% más de probabilidades de muerte que estas.

También llegaría la propuesta a mujeres cisgénero y a todas las reconocidas como mujeres al momento de sus nacimientos, pues todas sin excepción tienen un peligro promedio de padecer la enfermedad.

Por otra parte, no se aplicaría a quienes tengan un riesgo mucho más grande de padecer cáncer de mama, ni a los sobrevivientes de la enfermedad, ni a quienes estén predispuestos genéticamente.

Algunos expertos se han pronunciado sobre el hecho de los riesgos que implican las pruebas tempranas y sus frecuencias, en la que incluyen los posibles falsos positivos.

Por ejemplo, la Sociedad Estadounidense del Cáncer sugiere como opción la realización de mamografías entre los 40 y los 44 años, y que las féminas entre los 45 a 54 sí deberían hacérselas todos los años y luego decidir realizarlas cada dos.

El Dr. William Dahut, director científico de la Sociedad Estadounidense del Cáncer, expresó su alegría por la noticia. El especialista llamó a la conciencia al sector femenino de que son solo modelos para un riesgo considerado promedio.

También destacó la importancia de que “las mujeres comprendan su propio riesgo individual y que no tengan miedo de abogar por la detección cuando sea apropiado para ellas”.

La Dra Mangione está de acuerdo con la decisión de que incluso, si la mujer tiene menos de 40 años y tiene síntomas, bultos o cambios en el pezón, debe realizarse la prueba inmediatamente.

Resaltó que resulta primordial que los facultativos de la atención primaria que estas recomendaciones se implementan para mujeres de riesgo promedio, pero sin síntomas.

Más investigaciones que aborden cuánto ayudan las pruebas de detección adicionales a féminas con senos densos son necesarias, dijo el grupo de trabajo.

Estudios han revelado que la mitad de las mujeres tienen tejido mamario denso. Esta característica eleva los riesgos de padecer cáncer y de que las mamografías no sean funcionales en ellas.

Algunos especialistas proponen para estos casos, la realización de exámenes adicionales como resonancias magnéticas o ultrasonidos.

Sugirieron que se cursen investigaciones hacia el rango de los 75 años o más en cuanto a bondades y perjuicios de las pruebas de detección, pues en la actualidad no hay evidencia que permita discernir sí son efectivas en esas edades.

Hasta el 6 de junio el grupo de trabajo recepcionará los comentarios y luego realizará la publicación oficial de la guía.

Las propuestas llegan en un momento cuando recientes investigaciones confirman que el cáncer de mama es el más común entre las mujeres en los Estados Unidos. Entre 1 y 8 mujeres podrían contraer la enfermedad durante su existencia.

Y aunque es más frecuente en edades avanzadas y solo en ocasiones podría afectar a las menores de 45 años, el 9% de los casos encontrados más recientemente se encuentran en un rango menor de los 45 años de edad.