Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) informaron las principales causas de muertes súbitas (SUID) en bebés estadounidenses.
Según la base de datos conformada por los centros, para el año 2020, fecha que se toma como referente, el país reportó tres principales causas de decesos infantiles.
Entre ellas están el Síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL), la asfixia accidental o estrangulamiento en la cama y otras causas desconocidas.
En la fecha indicada se reportaron cerca de 1.389 muertes por SMSL, 905 por asfixia accidental o estrangulamiento en la cama y 1.062 por otras causas.
Del total de muertes infantiles estas constituyen el 41, 27 y 32 % respectivamente.
En la propia base de datos se incorporaron otras estadísticas con las mismas causas y números de fallecidos a partir de 1990 y arrojó algunas cifras significativas que deben considerarse.
- En 2020, la tasa de SUID fue de 92.9 muertes por cada 100.000 nacidos vivos.
- En los últimos años, el SUID se clasifica con menos frecuencia como SMSL y más frecuentemente como causa desconocida (ASSB).
- Las tasas de SMSL disminuyeron de 130.3 muertes por 100.000 nacidos vivos en 1990 a las 38.4 muertes por 100.000 nacidos vivos en 2020.
- Las tasas de mortalidad infantil por causas desconocidas no tuvieron cambios desde 1990 hasta 1998, fecha en la cual comenzaron a aumentar.
- En 2020, la tasa de mortalidad infantil por causa desconocida fue de 29.4 muertes por cada 100.000 nacidos vivos.
Las tasas también variaron entre los estados. California, Vermont, Minnesota, Massachusetts y New Hampshire tuvieron las tasas más bajas de SUID.
Virginia Occidental, Mississippi, Louisiana. Alabama, Arkansas, tuvieron las tasas más altas de SUID.
Unos 27 estados mostraron tasas superiores a 91.7 por 100.000 nacidos vivos, tasa promedio del país durante esa etapa.
De manera general, las muertes por SMSL han disminuido desde la década de 1990, pero persisten las ocasionadas por asfixia accidental o estrangulamiento.
Según los centros una quinta parte de todas las muertes infantiles inesperadas ocurrieron por esa causa en la última década, aunque algunos expertos no concuerdan.
Alegan que las asfixias y estrangulamientos accidentales no necesariamente ocurren con mayor frecuencia, sino que los métodos de análisis de las causas podrían ser más precisos.
En los últimos años Estados Unidos también ha buscado educar a los padres para un cuidado seguro de los recién nacidos y evitar este tipo de desenlaces fatales.
Se han lanzado varias campañas de información pública para mantener la seguridad de los neonatos mientras duermen, como “Dormir boca arriba del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano” a mediados de la década de los 90.
La campaña contribuyó a la disminución en un 40 % de muertes con respecto a las cifras de 1990 cuando aún no se había lanzado.
Otras iniciativas llegaron como Safe to Sleep que llevó advertencias a los padres sobre los peligros sobre la presencia de mantas, juguetes de peluche o protectores en la cuna de los bebés que podrían provocar asfixia o estrangulamiento.
Tanto las campañas como las advertencias de neonatólogos y pediatras indican que todavía deben implementarse acciones educativas con los futuros padres en este sentido.
Enseñarlos y acompañarlos desde la etapa de gestación y continuar ininterrumpidamente junto a ellos una vez el bebé haya nacido y así evitar los desenlaces fatales para las familias.
Experto en redacción y análisis de noticias de última hora, Juan Carlos Herrera ofrece una mirada aguda y equilibrada sobre los acontecimientos mundiales. Con un Master en Periodismo y más de diez años de experiencia en los medios más prestigiosos del país, su habilidad para desglosar los asuntos más complicados en una lectura accesible es insuperable.