La administración Biden considera el establecimiento de medidas para frenar el flujo migratorio en la frontera sur estadounidense.
Según declaraciones de tres funcionarios del gobierno sin autorización para discutir el asunto en público, el plan obligaría a los inmigrantes ilegales a esperar en el estado en el que se encuentren hasta que se les conceda el asilo.
Esto implicaría a Texas y a otros estados fronterizos donde la ubicación de los inmigrantes sería seguida a través de dispositivos de control GPS, como las tobilleras, teléfonos celulares rastreables u otros métodos.
Las medidas están siendo consideradas tras las cifras récord de migración ilegal que alcanza el país durante la actual administración.
También son resultado de las críticas y los llamamientos desde varios estados y ciudades que ahora enfrentan crisis migratorias por el arribo de migrantes a sus territorios y el déficit de presupuesto y recursos para abordarlas.
En un principio las llamadas ciudades santuarios y esos estados estuvieron de acuerdo en recibir personas, pero ahora la situación es muy distinta, como el caso de Nueva York, ciudad que alerta por llegar a la crisis migratoria jamás acontecida en la urbe.
Acorde a la información filtrada, las familias migrantes tendrían que someterse a un proceso de selección que determinaría si pueden permanecer en territorio estadounidense y gestionar sus peticiones de asilo.
Si no superan los controles iniciales, entonces podrían ser deportadas más fácilmente.
De esta forma, el gobierno intentaría hacer frente a las críticas recibidas desde varios territorios por el flujo incontenido de migrantes ilegales a sus zonas.
El hacer que los migrantes permanezcan en estados republicanos sería el primer paso de las nuevas indicaciones, serían ellos los encargados de lidiar contra el problema.
Es importante acotar que también en los estados republicanos se ha solicitado ayuda federal reiteradamente para luchar contra el caos migratorio en la frontera sur.
Para el mes de mayo se informó que más de 27.000 personas se encontraban bajo custodia en toda la frontera y que las instalaciones podrían colapsar por capacidad.
Desde esos sitios se alega que el gobierno no ha respondido a la crisis y por ende, adoptaron medidas como el envío de autobuses llenos de migrantes a varias ciudades y la instalación del muro de boyas flotante sobre el Río Grande.
Recientemente un juez ordenó a Texas remover la barrera antes del 15 de septiembre y le prohíbe volver a instalar las boyas o cualquier tipo de estructura sobre el río, pero una corte federal de apelaciones frenó temporalmente el fallo del juez.
Experto en redacción y análisis de noticias de última hora, Juan Carlos Herrera ofrece una mirada aguda y equilibrada sobre los acontecimientos mundiales. Con un Master en Periodismo y más de diez años de experiencia en los medios más prestigiosos del país, su habilidad para desglosar los asuntos más complicados en una lectura accesible es insuperable.
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