La directiva de Walt Disney Company demandó a las autoridades de Florida, como parte del conflicto del que hace algunos meses son protagonistas.
El 25 de abril, la compañía elevó la situación a tribunales aludiendo a “una campaña de represalia gubernamental” por parte del gobernador del estado y algunos de sus legisladores.
La acción llega tras varios hechos ocurridos en los últimos meses, que comenzaron con la crítica de Disney a una legislación de DeSantis relacionada con orientación sexual y su enseñanza en las escuelas.
Luego de eso, DeSantis tomó varias medidas legislativas para eliminar ciertos derechos fiscales que la compañía tiene sobre el Distrito de Reedy Creek, donde puede ejercer una especie de autogobierno con impuestos especiales.
Las regulaciones más recientes del gobernador de Florida incluyen la eliminación de ese derecho al distrito especial y nuevos planes de inspección para los 25.000 acres de tierras que posee Disney en el territorio.
Más recientemente, la junta administrativa de Disney World, nombrada por el propio DeSantis, anuló dos acuerdos tomados por los miembros anteriores.
Uno de los acuerdos restringía el uso de tierras para construir ciertas edificaciones y el otro permitía la construcción de al menos cuatro parques temáticos de diverso tamaño y más de 10.000 habitaciones de hotel.
La decisión de la junta actual alude a una acción tomada por Disney para proteger su control sobre el distrito, considerándola una jugada ilegal y no notificada a las autoridades.
Disney presentó la demanda a minutos de haberse tomado la medida, llevada al tribunal por el abogado angelino Daniel M. Petrocelli y asignada al Juez de Distrito de Florida del Norte, Mark E. Walker.
Tanto Petrocelli como Walker son famosos en el ámbito legal por su experiencia con demandas relacionadas a la Primera Enmienda.
Según Disney “la compañía ha buscado tranquilizar las aguas por un año, pero tras haber agotado todos los esfuerzos no ha quedado otra alternativa que la demanda”.
El CEO de Disney, Robert A. Iger, señaló que las acciones de DeSantis y sus legisladores van en contra de los negocios en el estado y recordó que los otros distritos especiales, como Busch Gardens y Sea World, no han sido afectados por las medidas aplicadas por el gobernador.
Por su parte, DeSantis se ha mostrado abiertamente en contra de las acciones de Disney y ha afirmado que sus normas buscan equipar los derechos fiscales del gigante del entretenimiento con los de sus competidores en el área.
Disney cuenta en la actualidad en Reedy Creek con 18 hoteles, un complejo deportivo de 220 acres, dos parques acuáticos y cuatro temáticos, todos de su propiedad gracias a la condición de distrito especial de las tierras donde está enclavado Disney World.
Graduada en Periodismo, especializada en temas de actualidad de Estados Unidos