Medios oficiales confirman la nueva identidad del Fuerte Bragg en Carolina del Norte, apelativo confederado sustituido por otro que lo identificará de ahora en adelante.
El antiguo nombre fue cambiado a Fuerte Libertad como consecuencia de cambios derivados de la política de eliminar los nombres confederados de estas instalaciones.
Este fuerte debe su nombre primario al general confederado Braxton Bragg de Warrenton, un hombre reconocido por ser partidario de la esclavitud y por perder batallas de la Guerra Civil que afianzaron la caída de la Confederación.
El viernes, se realizó la ceremonia calificada por algunos veteranos como un pequeño pero significativo paso para que el ejército acoja de manera más igualitaria a los actuales y futuros miembros de la comunidad negra en las tropas.
Las protestas de Black Lives Matter tras la muerte de George Floyd en 2020 determinaron la iniciativa implementada por el Departamento de Estado en este sentido.
La tarea de eliminar los monumentos confederados entonces, incluyó a las instalaciones del Ejército.
Para ello, el Congreso creó una comisión, visitaron las bases implicadas y también contactaron con las comunidades cercanas a las instalaciones militares. Más de 3.000 criterios fueron escuchados.
El teniente general Christopher Donahue, comandante general del XVIII Cuerpo Aerotransportado y Fort Liberty dijo tras la ceremonia que les fue asignada una misión, la cumplieron y se convirtieron en mejores hombres.
Mientras otras bases que se suman al proceso reciben nombres de presidentes, mujeres y soldados negros, esta es la única que no ha recibido el nombre de una persona.
El nombre fue escogido por seguir siendo, según el General de Brigada retirado Ty Seidule, el más grande valor entre los estadounidenses.
Otro miembro activo de la base dijo que solo cambió el nombre, pero que la misión y el compromiso con el país siguen siendo los mismos.
El costo del cambio de nombre se totalizó en cerca de 8 millones de dólares, aunque las labores identificativas y otras aún no concluyen.
Ya se anunció que el 13 de junio el actual Fuerte Polk de Louisiana cambiará su nombre a Fort Johnson, en recordación del sargento Guillermo Henry Johnson.
Los cambios que propuso la comisión deberán implementarse antes del 1 de enero de 2024.
A pesar de que el cambio parecería lógico y adecuado para algunos, los criterios sobre el asunto plantean una controversia entre pertenencia e identidad.
Isiah James, oficial sénior de políticas en el Proyecto de Veteranos Negros dijo que esta decisión de cambiar el nombre de los fuertes había tardado demasiado.
Sin embargo, otros como George Postell Jr., de 56 años, veterano afroamericano quien sirvió en el Fuerte Bragg por casi cinco años no estuvo de acuerdo.
Dijo que para él será siempre Bragg porque allí compartió y sirvió a la patria con muchos soldados bajo el nombre primario del fuerte.
James Buxton Jr., uno de los veteranos del Ejército expresó su conformidad con la decisión. Dijo que durante sus años de servicio pudo apreciar y vivir el racismo dentro de esas instalaciones.
Se refirió a los hechos acontecidos en 1990 cuando una pareja negra fue asesinada por soldados neonazis que pertenecían a la 82 División Aerotransportada.
En su opinión, Libertad no debería ser la opción ideal, proponiendo en su lugar el nombre de Edward S. Bragg, reconocido legislador y general de la Unión en la Guerra Civil estadounidense, con el cual podría haberse renombrado Bragg al fuerte.
Otros veteranos también se expresaron indistintamente a favor o en contra de la decisión de los cambios de nombres en los últimos días previos al suceso.
Gregory Patterson, ex miembro de la 82.ª división aerotransportada y miembro de la comunidad negra dijo que entendía la propuesta, pero que seguiría llamando Bragg al Fuerte.
Este criterio también fue sostenido por otros veteranos quienes dijeron guardar del sitio sentimientos de hermandad, recuerdos y que consideraban a Bragg como su hogar.
Durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial diversas bases militares fueron identificadas con nombres de soldados confederados.
La decisión en ese entonces fue adoptada para encaminar la reconciliación con los sureños blancos, luchar juntos y unir la nación, han expresado historiadores.
Una idea cuestionada porque se trataba en sí de reconocer el patriotismo, pero a quienes mantuvieron posturas contrarias al ideal de patriotismo que trataba de concientizar.
En aquel tiempo, los miembros de las comunidades participaron de la elección, pero excluyeron de esos intercambios a los negros.
Se eligieron nombres de soldados que nacieron o crecieron en las inmediaciones de las bases, sin tomar en cuenta su eficacia en las artes de la guerra.
Graduada en Periodismo, especializada en temas de actualidad de Estados Unidos